Mi nombre es Terence Pieters y soy un fotógrafo oceánico de la costa sur de KwaZulu-Natal.

Cuando era más joven pasaba mis días surfeando, me encantaba montar olas, nada me hacía más feliz. Mientras estaba en el océano, me di cuenta de momentos exquisitos a los que nadie más prestaba atención. Vislumbres repentinos de magia cuando la ola estallaba. Quería pausar esos momentos para poder mirarlos. No pensé mucho en ello en ese momento, pero se manifestó en una gran pasión mía cuando descubrí el arte de la fotografía. Algo estaba sucediendo que me pareció muy natural. Encontré paz, significado, emoción y alegría pura en ello. Quería compartir ese sentimiento con el mundo.

Cuando era más joven siempre me debatía entre surfear y tomar fotos, pero surfear las olas siempre sería mi prioridad, pero a lo largo de los años me lesioné, lo que me obligó a dejar el surf en un segundo plano, pero lo veo como una bendición disfrazada. porque me hizo priorizar capturar las olas y ahora puedo hacerlo dentro del océano, que es básicamente poder hacer las dos cosas que amo al mismo tiempo.

Después de un par de años en los que fotografié las olas y no surfeé, me he enamorado del océano de nuevo. Poder tomar fotografías de las olas dentro del mar es un juego de pelota completamente diferente. Hay que conocer el océano de adentro hacia afuera, las corrientes, las mareas, el oleaje así como a todos los surfistas y cómo navegar entre ellos. No sólo estás nadando en las profundidades del océano sin un dispositivo flotante, sino que lo estás haciendo mientras sostienes una cámara pesada y costosa, también tengo que pensar en los ajustes de exposición correctos y la composición correcta a usar.

Algunos días son más fáciles que otros, cuando las olas son más pequeñas y el mar está más tranquilo, esos son los días en los que puedo concentrarme un poco más en el aspecto técnico (tengo más tiempo para pensar en mi tiro). Por otro lado, en esos días de gran miedo, me concentro más en mi entorno y el movimiento del océano y puede que solo me lleve una buena foto, pero me llevo una gran historia y experiencia para compartir con todos.

La belleza y singularidad de cada ola es infinita. Verlo desde tierra es una cosa, pero estar allí de cerca y en persona es absolutamente impresionante y estoy muy emocionado de poder compartir mi visión con ustedes.

¿Por qué el nombre ORANGE ROCKS?

Orange Rocks en la costa es un lugar de pesca muy conocido y para aquellos que lo conocen, saben lo hermoso y cercano que es el océano, y ahí fue donde comenzó todo para mí tomando fotos de olas. Como en aquel entonces no podía llevar mi cámara al océano, me paraba sobre las rocas y capturaba el inmenso poder de las olas rompiendo desde la seguridad de la tierra.

Gracias por tomarse el tiempo de leer mi historia. Espero que mi trabajo les traiga algún tipo de felicidad como a mí.